La falta de control y de medidas preventivas en Txagorritxu ha provocado el contagio por coronavirus de 5 personas

02/03/2020
Una facultativa estuvo trabajando contagiada y con síntomas durante más de 10 días, sin que se activara ningún protocolo. Lo sucedido en el Hospital Txagorritxu demuestra que los protocolos y controles que Osakidetza ha puesto en marcha para afrontar la llegada del coronavirus son insuficientes e ineficientes. El propio hospital, designado como centro de referencia en Álava para hacer frente a los eventuales casos que pudieran aparecer en la provincia, se ha convertido en el foco de la enfermedad y en una amenaza tanto para los/as profesionales que trabajan en el centro, como para los/as pacientes que acuden o se hallan ingresados en el mismo.

¿Cómo es posible que una facultativa haya estado trabajando con síntomas durante más de 10 días? ¿Cómo es posible que teniendo síntomas desde el día 17 no se le haya realizado el test de la enfermedad hasta el pasado viernes? ¿Cómo es posible que los protocolos de los que la Consejera de Salud presume hayan permitido que una facultativa haya estado trabajando infectada y haya contagiado ya a cinco personas, dos de ellas compañeras de trabajo? ¿Cómo es posible que se haya puesto en riesgo a los/as pacientes que acuden o se encuentran ingresados/as en el hospital?

Es evidente que los protocolos han fallado y que las medidas de prevención y control existentes a día de hoy son insuficientes.

De hecho, 7 pacientes que estaban ingresados en el hospital se hallan aislados y bajo vigilancia por riesgo de contagio, lo que les coloca en una situación de vulnerabilidad puesto que estando ya ingresados/as por otras patologías se les ha colocado en riesgo de contraer también el coronavirus.

Además de estas 7 personas, casi un centenar se hallan bajo vigilancia por haber tenido contacto con los/as infectados/as. Entre ellos/as se encuentran numerosos/as profesionales del Hospital que, en el desarrollo de sus labores, han estado en contacto con las profesionales infectadas. Ello, además del riesgo que supone para su salud, ha colocado también en una situación crítica al propio hospital: equipos enteros de trabajo deberán permanecer en aislamiento al menos 15 días, lo que va a suponer que el servicio de medicina interna del hospital (al que pertenecía la facultativa que ha introducido el virus en el hospital) tenga dificultades para funcionar con normalidad. Ya este fin de semana, Osakidetza ha tenido que recurrir, como medida de urgencia, a profesionales del Hospital Santiago.

Debemos tener en cuenta que para suplir esas ausencias se va a tener que recurrir a la contratación temporal de personal. De esta manera, equipos enteros van a estar compuestos por personal temporal recién contratado; ese personal va a empezar su labor sin haber recibido la pertinente formación en relación con el coronavirus. Si tenemos en cuenta que Osakidetza tiene una tasa de temporalidad del 40% y unas plantillas mínimas que a duras penas pueden hacer frente a su labor ordinaria, difícilmente se va a poder reforzar la labor del personal sustituto.

Desde ELA, la semana pasada ya denunciamos la falta de planificación, formación e información de la plantilla y, en consecuencia, solicitamos la adopción de medidas preventivas inmediatas y urgentes, la puesta en marcha de una evaluación de riesgos laborales en cada ámbito y una formación suficiente y adecuada para toda la plantilla, tanto la propia como la de todo el personal subcontratado que presta servicios en los centros de Osakidetza.