Concentración a las puertas de la mesa de negociación del profesorado para reclamar recursos y medidas para hacer frente a la segregación
ELA cree que corresponde a la mesa de negociación del profesorado adoptar una serie de medidas para hacer frente a la segregación y garantizar la equidad del alumnado. Por eso se ha concentrado hoy a las puertas de la mesa de negociación del profesorado para pedir al Gobierno Vasco que negocie estas medidas.
El 8 de septiembre se celebró la primera reunión de la mesa para alcanzar un pacto contra la segregación convocada por el Gobierno Vasco. Este foro se ha reunido tres veces bajo el nombre de "escuela excelente para todos y todas".
Pero cada vez está quedando más patente que en esa mesa no se decidirán los cambios estructurales necesarios para hacer frente a la segregación. También cuál es el objetivo de este foro, simular que se está abordando la cuestión sin tomar medidas reales. No hay más que ver las críticas por parte de sindicatos y agentes educativos sobre las carencias en cuanto a forma, diagnóstico y contenidos.
ELA decidió no estar en ese foro. Argumentó que tomando como base la Ley de Educación aprobada en 2023 y el acuerdo sobre las condiciones laborales del profesorado del 9 de mayo (firmado por el Gobierno con el resto de sindicatos, ya que ELA no lo suscribió) no era posible responder a la segregación, lograr la cohesión social y garantizar la equidad del alumnado. De hecho, con la Ley de Educación y el acuerdo firmado en mayo se renunció a realizar los cambios de fondo necesarios para ello.
Con el acuerdo de mayo se renunció a mejorar las ratios y el numero de profesionales especificos necesarios para atender a la diversidad y necesidades del alumnado, así como para atender adecuadamente al alumnado recién llegado, especialmente a la correcta acogida lingüística. También a la adopción de medidas para garantizar la estabilidad del profesorado y del personal educativo (ya que tras los procesos de consolidación la provisionalidad seguirá superando el 30% de la barrera) o a la reducción de la carga burocrática de trabajo.
Con la Ley de Educación también se renunció a la implantación del modelo de inmersión lingüística en euskera en todas las escuelas de la CAV, así como al desarrollo e implantación de un currículo propio. Estos dos elementos son claves para garantizar los derechos y la cohesión de todos y todas, ya que el modelo de inmersión garantiza el conocimiento de las dos lenguas oficiales por parte de todo el alumnado y el currículum propio tendría como base la diversidad y la referencialidad vasca.
También se obvió superar la actual distribución de redes y trazar el camino de un sistema propio que sea totalmente público. Las medidas para eliminar las cuotas para garantizar la gratuidad de todo el proceso educativo son notoriamente ineficaces. AsÍ como los cambios en el sistema de matriculación y la matrícula viva (matriculaciones a lo largo del curso) para garantizar una distribución equilibrada de todas las tipologías de alumnado. Además, hay que incidir en la planificación, controlando la sobreoferta de puestos escolares y definiendo bien el mapa escolar y las áreas de influencia que organizan la escolarización. Y por último, las políticas sociales, migratorias, de vivienda, culturales y educativas deben ser pensadas conjuntamente.
ELA se reafirma en su decisión de no estar en ese foro. Pide al Gobierno Vasco que abandone las mesas infructuosas y adopte estos cambios estructurales. Y hace un llamamiento al resto de sindicatos y agentes vascos a abandonar esta mesa, superar tanto la ley de educación como los contenidos del acuerdo de mayo e iniciar una dinámica movilizadora conjunta previo consenso de unas reivindicaciones conjuntas.