Osakidetza quiere desmantelar la red de salud mental con un proceso opaco y sin contar con la plantilla

Actualmente la Red de Salud Mental de Osakidetza está dividida en tres Organizaciones de Servicio diferentes con una plantilla total de 2.077 trabajadoras y trabajadores: Red de Salud Mental de Bizkaia (1.293 trabajadoras), Red de Salud Mental de Gipuzkoa (222 trabajadoras) y Red de Salud Mental de Araba (562 trabajadoras). Cada una cuenta con plantilla propia, presupuesto propio y organización propia. En las últimas semanas, ELA ha tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de que Osakidetza pretende desmantelar las tres redes de salud mental e integrarlas dentro de otras OSI de la zona.
Según ha tenido conocimiento este sindicato, esta “reorganización” ha sido debatida en una de las líneas del Pacto de Salud (“SALUD MENTAL. Promoción, prevención y optimización del modelo asistencial”), habiéndose producido una votación favorable, con la participación, entre otros, del resto de sindicatos. Además de la opacidad de esa votación, ELA denuncia que se trata de una materia que tiene que ser negociada en la Mesa Sectorial.
El pasado 10 de octubre, día mundial de la Salud Mental, Osakidetza se felicitaba por haber atendido a “120.000 pacientes únicos” y situarse “a la cabeza en atención psiquiátrica a nivel estatal”, además de reafirmarse “en su compromiso con la atención integral de la salud mental”. No hablaba, sin embargo, de la falta de profesionales suficientes, de altas cargas de trabajo y de las largas listas de espera que soportan las y los pacientes que deben ser atendidos por una patología relativa a su salud mental. ELA denunciaba hace unas semanas que la incorporación de psicólogos sin especialidad en Atención Primaria no es más que una medida estética que pretende maquillar la verdadera realidad que soportan las redes de salud mental: la falta de psiquiatras, psicólogos clínicos, personal de enfermería con especialización en salud mental, así como las altas cargas de trabajo que, entre otros, han llevado al huelga a las TCAEs del Hospital Psiquiátrico Araba.
Por si esto fuera poco, Osakidetza tiene también en marcha un proceso de desmantelamiento de las Redes de Salud Mental, que tiene riesgos tan importantes como recortes en las condiciones de trabajo de trabajo de la plantilla y la privatización de nuevos servicios.
El punto de partida de las condiciones de trabajo de la plantilla de la Red de Salud Mental de Osakidetza no es el mejor.
- La red la componen un total de 2.077 trabajadoras y trabajadores (según datos de Osakidetza de febrero de 2025), de las cuales 1.055 son temporales, esto es, más del 50%.
- Además, gran parte de la Salud Mental de Osakidetza está privatizada: en Gipuzkoa, todos los recursos de media y larga estancia están en manos de empresas privadas (Aita Meni, San Juan de Dios y Domusvi-Sanatorio), siendo el 85% del personal que presta servicios en salud mental plantilla privatizada.
El desmantelamiento va a afectar a los procesos de selección, además de a los derechos a la movilidad que hay dentro de las diferentes Redes de Salud Mental. ELA sospecha que se quiere utilizar este proceso para amortizar plantilla y privatizar ciertos servicios, como ha ocurrido en Gipuzkoa.
ELA ha solicitado una reunión a la Dirección de la Red de Salud Mental de Bizkaia, la más grande las tres, para exponer su postura y pedir que no solo no se desmantelen las Redes de Salud Mental, sino que además, se mejoren las condiciones de trabajo del personal y se dote de mayor presupuesto y plantilla. Asimismo, ELA llevará el asunto a la próxima reunión de la Mesa Sectorial prevista para el próximo día 31.