Cinco años después: No a la guerra, no a las ocupaciones.
Desde el 1 de mayo de 2003, la invasión y ocupación de Iraq han causado la muerte de más de un millón de civiles iraquíes y han generado un exódo en la población iraquí de al menos 2,5 millones de personas desplazadas en el interior y otros 2,2 millones de refugiadas en paises vecinos.
No obstante, EEUU sigue perpetrando un nuevo genocidio sobre la población Iraqui y conculcando los derechos humanos. A fin de favorecer la dominación de Iraq, los ocupantes han destruido la administración del país, imposibilitando los más elementales servicios (educación, sanidad, energía,...). La población civil vive una situación cada vez más angustiosa, siendo mucho más drástica en la vida de las mujeres, que están sufriendo, como consecuencia de la ocupación, un deterioro grave en sus derechos.