La sentencia del `Caso Cabacas´ deja en evidencia los males endémicos de la Ertzaintza

30/11/2018
ELA quiere manifestar su solidaridad con la familia de Iñigo Cabacas tras el fallo judicial que conocimos ayer. Esta sentencia, a buen seguro, no hace sino incrementar el dolor de personas allegadas y familiares, ya que queda lejos de depurar la totalidad de las responsabilidad penales que estaban en juego. El proceso judicial y la sentencia, si han servido para algo, es para dejar en evidencia los males endémicos que afectan al funcionamiento del sistema de seguridad vasco, a la policía autonómica y a sus responsables políticos.

El proceso ha revelado cuestiones de enorme gravedad: que la actuación policial no estuvo justificada; que agentes faltaron a la verdad; que se ocultaron y deshicieron pruebas; que se pusieron obstáculos para el esclarecimiento de los hechos... En definitiva, el fallo judicial viene a certificar que el modelo policial en vigor hoy en la CAPV adolece de características indeseables en lo referente a cuestiones centrales y graves como son el uso de la fuerza o la rendición de cuentas.

Ya dijimos hace unas semanas que de ninguna manera estaban encausadas todas las personas que debían estarlo. Y, sobre todo, no se han depurado las responsabilidades políticas en este asunto. Seguimos exigiendo esa depuración. Denunciamos igualmente el papel jugado en todo el proceso por la fiscalía.

Volvemos a denunciar el papel que están jugando algunos sindicatos de la Ertzaintza. Queremos recordar que cientos de ertzainas (desde luego la inmensa mayoría de los que están en ELA) decidieron serlo precisamente para construir una policía diferente. Lo que esta sentencia y la totalidad del proceso ha puesto en evidencia supone también una enorme contradicción con aquel impulso, y una carga que muchos y muchas ertzainas honestas, solidarias con el sentir social y con la familia, no merecen en absoluto.

Todo lo que está ocurriendo nos reafirma en la convicción de que es preciso seguir luchando por un modelo policial civil, democrático y de servicio público; un modelo al servicio de la ciudadanía que rinde cuentas a la sociedad; un modelo libre de los elementos más odiosos del corporatismo policial, incluído el de su manipulación política.