El decreto que regula los ratios en las residencias del Gobierno vasco no garantiza los tiempos necesarios de atención a las personas residentes

El 31 de julio el Gobierno vasco aprobó un nuevo decreto que ha entrado en vigor el 9 de septiembre y que establece los requisitos materiales, funcionales y de personal que deben aplicarse en los centros residenciales. Sin embargo, este decreto sigue abandonando el cuidado de nuestras mayores, ya que acorta el tiempo de cuidado establecido para cada persona residente. 

La bajada de horas en atención anual queda reflejada en la siguiente comparativa aplicando el nuevo decreto frente el anterior (año 1998):

• El nuevo decreto especifica 53.332 horas anuales de atención.
• El anterior decreto (1998) especifica:
  • Bizkaia: 55.270 horas anuales; por lo tanto ahora serían 2388 horas menos.
  • Gipuzkoa: 71.335 horas anules; por lo tanto ahora serían 18003 horas menos.
  • Araba y Navarra: 65.272 horas anuales; por lo tanto ahora serían 11940 horas menos.

Un dato para calibrar la dimensión de la preocupante realidad que se avecina: en periodo de huelga, con unos servicios mínimos del 80%, el Gobierno vasco establece 57068 horas, es decir, 3736 horas más.

Además, el Gobierno vasco liga las reducciones de jornada de trabajo anuales a la bajada del ratio. Por lo tanto, queda claro que es un retroceso en cuanto:

• Apuesta por la privatización de un servicio público.
• Excluye de su aplicación a viviendas comunitarias, residencias pequeñas y pisos tutelados (sólo 100 en Bizkaia).
• No garantiza la seguridad de trabajadoras y residentes en horario nocturno.
• Las adaptaciones mecánicas, baños, ventilación, la reconversión de habitaciones dobles a individuales… son sólo de aplicación a las nuevas residencias que se creen.
• No se garantiza servicio de enfermería 24 horas.
• No supone ninguna mejora en cocina y limpieza.
• Apuesta por precarizar aún más el empleo apostando por la contratación a tiempo parcial.

A pesar de que la exposición de motivos que sustentan el decreto habla de la necesidad de aumentar el personal que atiende a los residentes, en algunos casos lo empeora.

Apuesta por millonarios beneficios para las empresas a costa de precarizar a residentes y trabajadoras.

Hoy ya tenemos ejemplos de esta cruda realidad: en Araba, por ejemplo, el Gobierno vasco solicitó a la dirección de una empresa especificar qué impacto real tendría la aplicación del decreto. Las conclusiones fueron muy claras: de aplicarlo, la empresa tendría que despedir a 3 gerocultoras, es decir, de las 17 actuales pasarían a ser 14. Así mismo, en Bizkaia las direcciones de residencias ya están trasladando que sobra personal en virtud del nuevo decreto.

Por ello, ELA exige al Gobierno vasco la retirada inmediata de este decreto, la apertura de una mesa de negociación abierta, aumento del ratio que apueste por el cambio de modelo centrado en las personas, y por establecer un servicio publico y de calidad.

ELA quiere hacer llegar a las instituciones públicas de Hego Euskal Herria (Gobierno Vasco, Gobierno de Navarra y Diputaciones) reivindicaciones básicas destinadas a cuidar a las cuidadoras, y por ende, a mejorar la calidad del servicio de cuidados y la atención de sus destinatarios:

• Reconocimiento debido para las labores de cuidados, reservando para ellas los recursos necesarios.
• A medida que vayan aumentando las necesidades sociales, revisión y actualización de los decretos que regulan los ratios a la situación de cada momento.
• La actualización de ratios debe propiciar la creación de empleo de calidad y exente de precariedad.
• Situar a las personas dependientes y al personal a su servicio en el centro del sistema de cuidados.
• Por tanto, ELA seguirá en defensa de unos ratios de calidad centrados en las personas.