El Departamento de Educación del Gobierno Vasco destruirá el próximo curso 166 puestos de trabajo

27/06/2019
Los acuerdos firmados hace un año en la enseñanza pública sólo han tenido como efecto la desactivación de las movilizaciones, y entre tanto la situación de los diferentes sectores ha empeorado . ELA tiende la mano a LAB y STEILAS para activar huelgas y movilizaciones y obligar al Gobierno Vasco a que responda a las necesidades básicas de la educación.

 

En los últimos años, con el pretexto de la crisis, el Gobierno Vasco ha impuesto duros recortes en los servicios públicos, también en la Educación Pública. Aunque generamos más riqueza que cuando empezó la crisis, la inversión pública en educación ha caído notablemente -del 4,3% al 3,5% del PIB, lo que supone proporcionalmente un recorte de 632 millones de euros-. Estamos a la cola de Europa en cuanto a inversión pública en educación. Por el contrario, el pago de la deuda pública ha seguido la tendencia opuesta, y ha crecido constantemente. Esta decisión política nos ha acarreado graves consecuencias y recortes. La Educación Pública está en la diana: El Gobierno Vasco reduce plantillas sin cesar, aplica ratios cada vez mayores, aumenta cargas de trabajo, reduce la capacidad adquisitiva, impone niveles de eventualidad inaceptables, privatiza servicios, agrava los desequilibrios en lo referente al origen de las familias del alumnado...

Esta situación nos llevó en los dos últimos cursos a realizar huelgas y movilizaciones históricas junto con LAB y STEILAS. No fue un proceso fácil, porque la motivación y el esfuerzo empleado por cada organización a la hora de sacar adelante las movilizaciones fueron muy diferentes. No obstante, superando las dificultades, obligamos al Gobierno Vasco a moverse, ante la fuerza de la movilización. Educación puso unas migajas sobre la mesa para no responder a las reivindicaciones principales, cortocircuitar el trabajo sindical conjunto y desactivar la movilización. En contra de la opinión de ELA, los demás sindicatos interrumpieron las movilizaciones y firmaron acuerdos que no respondían a las reivindicaciones que nos habían llevado a movilizarnos ni a los problemas de los diversos sectores educativos.

Desde principios de este curso que acaba se ha visto claramente que los problemas de la Educación Pública siguen donde estaban, y que en algún caso se habían agravado. Por otra parte, con el fin de ocultar las limitaciones de los acuerdos y acallar la denuncia de la situación real y la reivindicación de soluciones, han excluido a ELA de los procesos de debate y negociación de las condiciones laborales básicas, tanto el gobierno como los demás sindicatos, vulnerando así los derechos sindicales y el derecho a la negociación colectiva del sindicato y de miles de trabajadoras y trabajadores.

Basta con fijarse en la situación de los y las docentes: A pesar de un nivel de eventualidad inaceptable -%40- el Gobierno Vasco ha tenido a estas personas en situación precaria para cubrir sus necesidades y en lugar de consolidarlos se ha limitado a poner sobre la mesa OPEs que tienen por objeto no cubrir las vacantes y medidas injustas para seguir gestionando la precariedad, como una propuesta de seudoestabilidad que entraña riesgos enormes. Dijimos a finales del pasado curso que la única medida concreta recogida en el acuerdo referido al sector de docentes funcionarios era la sustitución a partir del primer día. Pero ni siquiera este punto se ha cumplido, y además Educación ha puesto en marcha, sin ninguna negociación ni explicación, el sistema telemático “ordezkagune”, que está provocando innumerables problemas.

En cuanto a los salarios, durante los años de crisis las y los docentes han perdido entre un 13 y un 14% de poder adquisitivo (41.000-51.800 euros acumulados). Y en lo referente a ratios, plazas y cargas de trabajo, el ataque que estamos sufriendo se revela en toda su gravedad. En noviembre de 2018 hicimos público un informe en el que denunciamos la política extrema de ratios y las escandalosas infracciones legales cometidas por Educación, y dijimos que había empezado a preparar el terreno de juego para seguir aplicando esa política extrema ante la caída de la tasa de natalidad que se va a producir en los próximos años. Denunciamos, asimismo, que el acuerdo firmado por los demás sindicatos no ponía coto a este problema y acompañaba dicha estrategia.

Pues bien, una vez analizada la Relación de Puestos de Trabajo para el próximo curso, por desgracia tenemos que reafirmarnos en las conclusiones de entonces: el Departamento de Educación ha eliminado en los centros públicos de la CAPV 73 aulas, vulnerando la ley. Incluso en los casos en que la ley le permite mantener aulas abiertas, ha suprimido 19, amontonando escolares, teniendo en cuenta únicamente criterios económicos y obviando totalmente los pedagógicos. Mediante esta política la administración destruirá el próximo curso 166 puestos de trabajo. Cuando una empresa procede a una destrucción de empleo de ese calibre está obligada a recurrir a un ERE. Por el contrario, el Gobierno tiene las manos libres para actuar de esta manera, y el único límite que se le puede poner es la organización de las trabajadoras y trabajadores, la huelga y unas movilizaciones potentes.

Pero el caso de Educación Espacial, Cocinas y Limpieza y Haurreskolak es aún más grave. No es casualidad que el trabajo de estos sectores haya estado históricamente vinculado a los cuidados impuestos a las mujeres desde siempre, y que sean estos sectores feminizados los más precarios entre los que dependen de Educación.

La eventualidad en estos sectores oscila entre el 41% y el 100%, en función del colectivo. En lugar de solucionar de manera adecuada y justa este inaceptable nivel de temporalidad -esto es, en lugar de completar las jornadas, reflejarlas en las RPTs y consolidar la situación de estas personas que han demostrado su capacidad sobradamente durante años-, el Gobierno Vasco opta por gestionar la precariedad o plantear OPEs cuya consecuencia serán despidos masivos, dando la espalda a esta situación desastrosa, precaria e insoportable provocada por la propia administración, y a las personas que la sufren. El sistema de seudoestabilidad que se quiere poner en marcha para docentes fue establecido por Educación de modo unilateral en 2017 para Educación Especial; la escandalosa falta de sustituciones en el caso del personal de gestión de haurreskolak y en cocinas y limpieza, con las cargas de trabajo que ello implica, se han convertido en un grave problema de salud laboral.

En el capítulo salarial, en estos sectores se ha producido una pérdida de poder adquisitivo de entre el 8 y el 12% durante los años de crisis (entre 22.000 y 28.800 euros acumulados), aparte de la brecha salarial que soportan por su condición de sectores feminizados.

En cocinas y limpieza, ya privatizado al 90%, y que es el sector más feminizado y precario, sufren jornadas parciales que imposibilitan alcanzar la autonomía económica (jornadas de 2 horas, en algunos casos), no se reconocen ni definen funciones ni categorías, este año se ha planteado un nuevo intento de dejar la gestión de los comedores en manos de las AMPAs y de privatizarlos...

En Haurreskolak seguimos muy lejos de la gratuidad del servicio que venimos reivindicando desde hace años, y la medida que se ha empezado a aplicar este año (gratuidad para las familias con ingresos inferiores a 18.000 euros) apenas ha tenido efecto (anteriormente venían cobrando becas)…

Pero también a este respecto los acuerdos firmados en estos sectores por los demás sindicatos con el Gobierno Vasco no han implicado ninguna mejora, en un contexto en el que las cuentas del Gobierno Vasco se han saldado en los dos últimos años con un superavit de 1.000 millones de euros.

En opinión de ELA el rol de los sindicatos no puede ser el de agradecer que se revierta una pequeñísima parte de los recortes impuestos por la administración unilateralmente, sino organizar a las trabajadoras y trabajadores y encauzar su lucha. Esa ha sido nuestra labor durante este curso.

El curso pasado perdimos una oportunidad histórica para hacer frente a los recortes y obtener contenidos que se acercaran mucho más a nuestras reivindicaciones. ELA ha intentado por activa y por pasiva reactivar esta lucha, y lo ha logrado en algunos sectores, demostrando, una vez más, que hay una única opción para obligar al Gobierno Vasco a cambiar de rumbo: una dinámica potente de huelgas y movilizaciones.

En este sentido, hay que felicitar a las trabajadoras de cocinas y limpieza y de gestión de Haurreskolak porque han vuelto a la lucha; tienen claro que es la única vía factible. En cocinas y limpieza hemos llevado a cabo desde marzo 7 días de huelga convocados en solitario por ELA; es así como hemos logrado frenar la decisión de Educación de dejar la gestión de los comedores en manos de las AMPAs y seguir privatizando el sector. El personal de gestión de Haurreskolak han hecho 6 días de huelga, convocados por ELA y STEILAS (en este sector LAB tiene mayoría absoluta, y STEILAS no había firmado el acuerdo); a raíz de ello se han emprendido negociaciones que valoramos de forma positiva en torno a las sustituciones y el empleo (homologación y definición y consolidación de puestos de trabajo). Pero a las personas que trabajan en estos dos sectores la experiencia de los dos últimos cursos les ha enseñado que no se pueden despistar y que deberán seguir luchando para culminar de manera adecuada estas negociaciones y hacer que se cumpla lo acordado. Porque con la lucha, es posible.

Por todo ello, ELA tiene clara su opción de luchar por la Educación Pública, que viene de lejos, tanto en cursos anteriores, como en este y en el que viene. Por ello comenzaremos el próximo curso organizando a las trabajadoras y trabajadores e impulsando huelgas y movilizaciones. Parece que, a tenor de sus declaraciones, LAB y STEILAS empiezan a darse cuenta de esto también, lo que consideramos una gran noticia. De cara al próximo curso les invitamos a unirse a estas luchas por la Educación Pública y contra la precariedad, los recortes, la discriminación y la privatización, y a volver a activar entre todos la dinámica de huelgas y movilizaciones en los demás sectores.