El conflicto de la Educación pública se cerró en falso y que STEILAS y LAB cometieron un error al dar por concluidas las movilizaciones
A final del curso pasado ELA denunció de manera contundente que la decisión de paralizar las movilizaciones y firmar acuerdos con el Gobierno en Haurreskolak (LAB en solitario), Educación Especial, Cocinas y Limpieza y, por último, en docentes (LAB y STEILAS), fue un grave error.
Aquellos acuerdos no satisfacían las reivindicaciones que nos habían llevado a dichos sindicatos y a ELA a convocar unas huelgas y movilizaciones que tuvieron un amplio seguimiento por parte de las trabajadoras y trabajadores del sector.
Con el comienzo del curso han empezado a quedar en evidencia tanto las carencias de los acuerdos firmados como la falta de compromiso por parte de Educación. Por ejemplo, las sustituciones de docentes no se están llevando a cabo desde el primer día; es más, el departamento está realizando sustituciones desdel el 2., 3., 4., 5. y hasta 6. día.
Las horas lectivas correspondientes a la reducción por edad se están llevando a cubrir guardias, esto es, a atención directa. Siguen en riesgo de privatización las trabajadoras de cocina y limpieza; el Gobierno sigue sin mostrar voluntad de dar los pasos necesarios hacia la gratuidad en Haurreskolak; los criterios para designar necesidades educativas especiales son cada vez más estrictas. El Gobierno no tiene ninguna intención de recuperar el poder adquisitivo, tal como denunciamos todos los sindicatos tras la reunión de Mesa General del 19 de septiembre. Tampoco tiene voluntad de recuperar las primas para facilitar la jubilación.
Las ratios siguen como estaban, y las medidas sobre el índice de necesidades educativas o las relativas a las aulas de 3º de infantil han tenido efecto en contados centros, lo que apenas permite aliviar la carga de trabajo. Además, siguen en el aire y sin concretarse reivindicaciones fundamentales para remediar déficits importantísios de la educación pública y mejorar las condiciones laborales, como la de reducir la eventualidad al 6% y garantizar la estabilidad de las plantillas mediantes procesos de consolidación.
A finales del pasado curso ELA ya advirtió que el Gobierno buscaba con estos contenidos poco concretos e insuficientes desactivar la movilización sin dar respuesta a nuestras reivindicaciones, y que había que seguir con las movilizaciones para obligar al ejecutivo a solucionar los problemas que atraviesa la educación pública.
En este comienzo de curso ELA se reafirma en lo dicho y llama a las trabajadoras y trabajadores de la red pública a organizarse y luchar para dar solución a la situación. El sindicato exige a Educación que deje de lado a la política de recortes y adopte inmediatamente medidas para poner fin a las carencias del sistema y mejorar las condiciones de trabajo. Por otra parte, ELA invita a los sindicatos que decidieron dar por finalizada la dinámica de huelgas a reflexionar sobre los déficit de los acuerdos firmados y la necesidad de volver a la dinámica de huelgas.