ELA denuncia que Osakidetza no cuenta con una política sanitaria adecuada en el centro penitenciario de Zaballa, en Araba

11/12/2020
Afirma que han tenido que pasar 8 años y situaciones irreparables para que, a través de un auto judicial, Osakidetza se vea obligada a corregir la falta de planificación de la prestación sanitaria, así como la falta de recursos humanos y materiales. En lo que va de año, han fallecido 5 personas reclusas en este centro penitenciario. ELA exige la publificación inmediata de la prestación sanitaria de Salud Mental, una planificación específica para la atención a las personas recluidas, así como un estudio pormenorizado de la plantilla necesaria para llevar a cabo el trabajo diario sin riesgo para las trabajadoras y la población reclusa.

ELA denuncia que Osakidetza no plantea un modelo de atención sanitaria adecuado y dimensionado a las necesidades actuales de la población reclusa. El centro penitenciario de Zaballa (Araba) es el más grande del País Vasco y la mayor parte de las personas con enfermedades complejas están recluidas en este centro. Por ello, el sindicato considera que, como mínimo, debería darse un aumento de personal. Recuerda que han tenido que pasar 8 años para que, a través de un auto judicial, Osakidetza se vea obligada a corregir la falta de planificación de la prestación sanitaria. Sin embargo, asegura que, a día que hoy, no se ha realizado ninguna acción correctora, excepto “la contratación más que cuestionable” según los procesos de una Administración Pública de un trabajador de la Asociación subcontratada por parte de Osakidetza. No se ha aumentado plantilla ni se han introducido medios materiales que ayuden a las trabajadoras a realizar su trabajo habitual.

Además, ELA ha podido constatar que a las trabajadoras que pertenecen a la Atención Primaria y no a Salud Mental se les exige realizar tareas que debiera asumir esta organización con sus medios humanos y materiales. Esto crea una situación de improvisación diaria y de aumento de cargas de trabajo que está derivando en situaciones de estrés y fatiga en la plantilla de Osakidetza. “Las trabajadoras están desbordadas y se suma a su trabajo diario las acciones correctoras del auto judicial, que intentan llevar a cabo sin planificación y sin información”, lamentan.

Así las cosas, ELA exige la publificación inmediata de la prestación sanitaria de Salud Mental, una planificación específica para la atención a las personas recluidas, así como un estudio pormenorizado de la plantilla necesaria para llevar a cabo el trabajo diario sin riesgo para las trabajadoras y la población reclusa. Entienden que Osakidetza debe fortalecer el servicio de farmacia penitenciario con un aumento de profesionales farmacéuticos y auxiliares de farmacia, preferentemente; así como enfermeras, auxiliares de enfermería, terapeutas ocupacionales, trabajadoras sociales, psiquiatras y psicólogos, todo ello para una atención sanitaria integral a las personas recluidas.

El sindicato recuerda que en el año 2012 se produjo la transferencia de la parte sanitaria de los centros penitenciarios de la CAPV. En Zaballa, la atención sanitaria, en lo que se refiere a Salud Mental, ha sido “improvisada, inadecuada y parcialmente privatizada”.

En el año 2012, Osakidetza decidió organizar la prestación sanitaria de las prisiones como Centros de salud de Atención Primaria. En el centro penitenciario de Zaballa de Araba, por la tipología de personas recluidas, decidió también crear un Centro de salud Mental extrahospitalario (CSME) que atiende toda la patología relacionada con las adicciones y diferentes procesos de la esfera psicológica y psiquiátrica.

La Dirección de la Red de salud Mental de Araba de Osakidetza, que es la responsable directa de ese Centro de Salud Mental, decidió entonces prorrogar un contrato con una asociación privada que ya venía prestando servicios en esta penitenciaría antes de la transferencia, perpetuando así una privatización previa y renunciando a reforzar y dimensionar adecuadamente el servicio con personal propio.

Así, el único personal que ha incrementado Osakidetza es un médico psiquiatra, ya contratado previamente para Salud mental, que acude al centro penitenciario varias veces por semana. “No plantea en ningún momento un modelo de atención sanitaria adecuado y dimensionado a las necesidades actuales de la población reclusa”, afirma ELA.

El centro penitenciario de Zaballa es el más grande del País Vasco y la mayor parte de las personas con enfermedades complejas están recluidas en este centro. Por ello, el sindicato considera que esta realidad tendría que suponer, como mínimo, un aumento de personal.