ELA denuncia que sigue sin haber un plan para frenar la siniestralidad

12/12/2006
Janire Dominguez, responsable del área de seguridad y salud laboral de ELA, ha criticado el balance triunfalista que ayer realizó el consejero de Trabajo y seguridad social, Joseba Azkarraga, en su comparecencia parlamentaria. Según Domínguez, las estadísticas sobre la evolución de la siniestralidad ponen de manifiesto la gravedad del problema y la falta de voluntad política para abordarlos de forma eficaz, al margen de lecturas interesadas que se hacen desde algunas instancias públicas.

En relación al balance de los resultados de las “campañas de choque” contra la siniestralidad en los sectores de la industria y la construcción, y al análisis de la “campaña extraordinaria de impacto en la construcción”, ha subrayado que:

1.- Estos planes no han sido debatido previamente con las organizaciones sindicales, que siguen conociendo a través de la prensa la evolución y los resultados de los mismos.

2.- Como consecuencia de la aplicación del plan de choque en el sector industrial se ha visitado únicamente el 12% de las empresas de las actividades industriales seleccionadas, con el resultado de dos empresas sancionadas económicamente por un total de 4.500 euros.

3.- El plan de choque en la construcción, ha llevado a concluir que “en el 30% de los centros visitados” se detectan riesgos graves. Pese a ello sólo se han levantado 11 actas de infracción, con una propuesta de sanción que no llega a los 42.000 euros.

4.- La campaña extraordinaria de impacto en la Construcción desarrollada durante tan solo un mes ha permitido levantar 133 actas de infracción, 12 veces más que el plan de choque desarrollado prácticamente durante todo un año, y multiplicado por 13 las sanciones económicas. Estos datos dejan en evidencia el alcance y la pobreza de resultados del plan de choque en la construcción.

En definitiva, concluye Janire Domínguez, la forma en que se están materializando estos planes de choque no va a permitir avanzar en la materia de siniestralidad laboral. La patronal se va a seguir, con gran impunidad, anteponiendo sus beneficios económicos a la prevención y la seguridad en los puestos de trabajo, incumpliendo sus obligaciones legales, y relegando a un segundo término, en el mejor de los casos, las inversiones en esta materia. Son conscientes de que tienen muchas posibilidades de que los centros de trabajo no sean visitados, que es muy difícil que sean sancionados económicamente y mucho menos que esas sanciones sean mínimamente importantes. Más lejos quedan todavía las sanciones penales.