ELA-Ertzaintza acusa al Departamento de Interior de pretender imperdir el derecho de huelga
ELA-Ertzaintza califica de muy grave la actuación de la Ertzaintza en el transcurso de la huelga de hostelería celebrada el 4 de noviembre en Bizkaia. El Departamento de Interior ha utilizado una vez más a la Ertzaintza para vulnerar el derecho de huelga de trabajadoras y trabajadores en defensa de sus legítimas reivindicaciones.
Es del todo injustificable e inaceptable que se apliquen medios de fuerza absolutamente desproporcionados con trabajadoras que pretenden informar y acceder a los centros de trabajo. Los métodos utilizados hoy infiltrando ertzainas de paisano no identificados en el piquete informativo, golpeando reiteradamente en el suelo a una persona retenida y actuando de manera provocadora, además de impedir la labor del piquete- recuerdan a actuaciones que creíamos ya erradicadas.
Los continuas actuaciones han ido encaminadas a impedir la labor del piquete, a impedir la colocación de carteles o pegatinas, a imposibilitar el acercamiento a los centros de trabajo, todo ello en una actitud provocadora y abusando de la fuerza con la persona retenida.
La responsabilidad del Departamento de Interior y sus máximos dirigentes es innegable pues ante conflictos laborales coloca a muchos ertzainas en defensa de los intereses de la patronal, en este caso la de hostelería. Este Departamento nunca ha accedido a las peticiones de ELA-Ertzaintza para dar formación a los agentes sobre los derechos de trabajadoras y trabajadores y preservar así el derecho de huelga.
Los responsables de Interior debieran meditar sobre los efectos que generan este tipo de actuaciones en la sociedad y que deslegitiman sustancialmente la la percepción social de la Ertzaintza. ¿ A dónde nos quieren llevar a los értzainas, además de pretender que sirvamos exclusivamente a la defensa de los intereses de la patronal?
ELA-Ertzaintza exige al Departamento de Interior la investigación rigurosa de los hechos y la depuración de responsabilidades que correspondan. De no hacerlo así, ellos se convierten en los máximos responsables de esta actuación.