ELA exige a la Diputación Foral de Araba una mayor dotación presupuestaria en el sector de Intervención Social

25/05/2020
Remarca que es primordial dotar de más y mejores recursos a un sector que, más que nunca, se presenta esencial para la sociedad. Un servicio púbico, denuncian, que ha sido privatizado, precarizado y feminizado y que “sigue siendo la última prioridad de nuestros gobernantes”. Una situación de precariedad y vulnerabilidad, remarcan, que se ha agravado con la crisis sanitaria.

ELA considera indispensable que la Diputación Foral de Araba refuerce el sector de Intervención Social del territorio, al considerarlo una actividad esencial, algo que se ha evidenciado, más aún si cabe, en plena pandemia por la COVID-19. Recuerdan que las trabajadoras del sector se han visto gravemente desprotegidas desde que estallara la crisis sanitaria, en un sector donde la precariedad ya era latente antes de la pandemia.

El sindicato afirma que la dotación de personal con la que cuentan en el sector es “manifiestamente insuficiente y supone dificultades añadidas para garantizar el bienestar y la protección de las y los menores de edad”. Lo razonable, afirman, sería aumentar los medios, ya que “en esta situación, la exigencia en lo físico y en lo emocional para las personas trabajadoras de estos centros es mayor, no sólo por el riesgo sobre la salud a la que están sometidas, si no también por las medidas de prevención que se deben respetar y que en algunos casos son difíciles de llevar a cabo, si no imposibles”.

Aseguran que los equipos de protección han llegado tarde y han sido insuficientes. En algunos servicios, los han comprado y costeado los propios trabajadores y trabajadoras, al no serles entregados por parte de las empresas, ni de las Instituciones responsables del servicio. No se les ha proporcionado uniformes, han trabajado vestidos con su ropa, que por indicación expresa de la empresa, debían llevar a casa para lavar, con el riesgo que ello implica para sus familias.

Añaden que los trabajadores y las trabajadoras, fuera de sus funciones laborales y sin conocimientos previos, se han visto obligadas a realizar labores de limpieza por iniciativa propia. Son conscientes de que no se están garantizando las medidas de higiene necesarias, ya que el personal de limpieza, tan esencial en esta crisis, no ha sido reforzado y su tiempo de trabajo es demasiado limitado para una correcta desinfección de los centros.

En este contexto, acusan a la Diputación alavesa de darles la espalda. Así se lo trasladaron el 22 de mayo, en la reunión que ELA, LAB, CCOO, ESK y UGT mantuvieron con los responsables políticos y técnicos de La Diputación Foral y del IFBS. Un encuentro que consideran llega tarde “Se han reunido con las empresas y asociaciones gestoras pero hasta ahora no lo habían hecho con los sindicatos representantes de las y los trabajadores”, se lamentan.

Este sector donde abunda la precariedad, está formado en su mayoría por mujeres, lo cual, añaden, les genera “un rechazo aún mayor, ya que las Instituciones Públicas, tienen la obligación de velar por la igualdad entre hombres y mujeres, con la mejora de las condiciones laborales en sectores tan feminizados como el Intervención Social “.

Añaden que las personas trabajadoras de servicios sociales han demostrado durante esta crisis que son plenamente conscientes de su responsabilidad social, aportando toda la fuerza de su trabajo y mostrando su disponibilidad para hacer frente común a la situación. “Hablamos de personas que prestan servicio a una administración que no está a la altura”, concluyen.