ELA exige a la residencia Casa Misericordia de Bilbao que cumpla las sentencias sobre prevención de riesgos laborales

17/11/2021
La residencia, que recientemente ha vendido un inmobiliario por un valor de más de 15 millones de euros, escatima en prevención frente a agentes biológicos y despide a un trabajador tras más de 20 años

El 17 de noviembre la plantilla de la Residencia Misericordia de Bilbao se ha vuelto a concentrar para exigir la inmediata reincorporación del trabajador despedido y para denunciar la soberbia de la patronal al negarse una y otra vez a cumplir con las resoluciones judiciales favorables a las trabajadoras, tras diversas demandas del sindicato ELA en materia de prevención frente a la exposición a agentes biológicos.

Las trabajadoras de la residencia han recibido el apoyo de delegadas de ELA de otras residencias de la patronal Lares (grupo al que pertenece La Misericordia) y familiares de residentes. Además, hoy mismo las delegadas de ELA han registrado una petición de reunión con el Diputado de Acción Social, Sergio Murillo, y con el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, para exigir su responsabilidad en el conflicto como miembros que son de la Junta de Patronato de La Misericordia.

Prevención frente a la exposición a agentes biológicos

La residencia fue demandada por ELA a finales del año 2018 debido al incumplimiento de medidas en materia de prevención de riesgos laborales, concretamente por no reconocer el tiempo de aseo de las trabajadoras previo a la salida o al descanso por estar en contacto con agentes biológicos.

Tres años después, y pese a que todas las resoluciones judiciales han sido favorables a las trabajadoras, la dirección de la empresa se niega a aceptarlo y recurre todas y cada una de ellas con el claro objetivo de retrasar en el tiempo su aplicación.

En este sentido, la dirección ha recurrido al Tribunal Supremo la última sentencia de septiembre, al tiempo que ha informado a las trabajadoras de que “cautelarmente” ha tomado la decisión de reconocer los 20 minutos para el aseo personal a partir del 1 de octubre de 2021, sabedora de que es cuestión de tiempo que se vea obligada a hacerlo.

Nos encontramos ante una estrategia empresarial que nos resulta inadmisible más aún en este contexto de pandemia sanitaria, cuando lo que se está reivindicando es el cumplimiento de medidas preventivas frente a la exposición a agentes biológicos (Ley 31/1995 y RD 664/1997).

La respuesta de la empresa ha sido muy coherente durante estos tres años, antes de la pandemia y durante la misma, obstaculizar y dificultar el reconocimiento de este derecho.

La del sindicato ELA también, hacer prevalecer el derecho a la salud de trabajadoras y de residentes. Es por ello, que ELA seguirá adelante con las reclamaciones de cantidades en concepto de compensación de los 20 minutos diarios para aseo personal no disfrutados desde la interposición de la primera demanda, que llegan a superar los 4.000 € en el caso de algunas trabajadoras.

Teniendo en cuenta que La Misericordia recientemente ha vendido un bien inmobiliario por valor de más de 15 millones de euros en Bilbao, no parece que el dinero sea el problema. ELA quiere manifestar su incredulidad ante este hecho, y más teniendo en cuenta que las direcciones de otras residencias del grupo LARES, tras las denuncias y sentencias favorables a ELA, han acatado las mismas.

Despido de un trabajador

Por otro lado, el pasado 13 de octubre tuvo lugar el despido de un compañero de trabajo, alegando la empresa causas organizativas, a lo que el comité de empresa (mayoría de ELA) respondió con diversas movilizaciones. La última el pasado 5 de noviembre en la puerta de acceso de las visitas, repartiendo hojas informativas a las personas que acudían al partido de San Mamés.

Sin embargo, la manifestación que iba a tener lugar el pasado 11 de noviembre y promovida por la sección sindical de ELA no pudo realizarse, puesto que fue denegada por el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, alegando que la manifestación por la calzada provocaría una alteración de los servicios públicos, y obligaban a hacerla por la acera perdiendo la efectividad de la protesta.

ELA considera injustificable el despido del trabajador tras más de 20 años de servicio en la residencia, y más teniendo en cuenta las cargas tan altas de trabajo que vienen aumentando en el contexto de pandemia.