Alberto Alvarez, de la secretaría de ELA-Metal, rechaza nuevos despidos y anuncia movilizaciones
Alberto Alvarez, de la secretaría de ELA-Metal, rechaza nuevos despidos y anuncia movilizaciones
Ericsson debe poner en marcha el plan industrial acordado
Tan sólo cuatro meses después de presentar un expediente que supuso la salida de 140 trabajadores de la planta de Ericsson en Zamudio, la dirección de la multinacional sueca pretende realizar nuevos despidos, y reducir la plantilla a la mitad: de los 180 empleados que tiene en la actualidad a 90. Alberto Alvarez, de la secretaría del metal de ELA, adelanta que no se sentarán a negociar nuevos recortes, al tiempo que exige a la dirección que cumpla los acuerdos firmados, cuyo punto central es la puesta en marcha del plan industrial que garantizaría el futuro de Ericsson Zamudio.
- ¿Cuál es la postura de ELA ante este anuncio de nuevos recortes?
- La dirección de Ericsson ha roto unilateralmente los acuerdos firmados en junio; lo ha hecho, además, de manera muy poco ética, filtrando sus planes a la prensa primero, para crear un estado de opinión, en una estrategia de plantear a los sindicatos la situación como un hecho consumado.
ELA no va a negociar ningun despido más. Apostamos por la viabilidad de la planta y el mantenimiento de los puestos de trabajo, y vamos a luchar por ello.
- ¿En qué se va a concretar vuestra respuesta?
- Vamos a actuar en varios frentes: en el plano reivindicativo, en el plano judicial y recabando el apoyo de la opinión pública. Estamos ya elaborando un calendario de movilizaciones para denunciar la política de la multinacional y exigir responsabilidades a las instituciones; también estamos estudiando la posibilidad de presentar una demanda judicial contra Ericsson por incumplimiento de acuerdo firmado, y quizás una querella por daños y perjuicios.
- Ericsson justifica este nuevo ajuste ante la crisis sostenida que atraviesa el sector de las telecomunicaciones...
- La situación no ha variado en cuatro meses. Los sindicatos firmamos un expediente que recogía la salida de 120 personas para garantizar el futuro de la planta, el trabajo de las 180 restantes, y para ello se aprobó un plan industrial 2002?2005, que consistía en centralizar en Zamudio la producción de la tecnología que necesita la telefonía rural.
Ese plan industrial no se ha puesto en marcha y además hay previsiones de que el sector va a repuntar.
- Sois críticos con el papel que están jugando las administraciones.
- Esta empresa ha recibido más de 6 millones de euros (1.000 millones de pesetas) de la Administración vasca, además de otras prebendas, pero parece que eso no importa. Exigimos a las administraciones que presionen también para que se cumpla el plan industrial. Sin embargo, nos parece ilustrativo que el comité haya solicitado una reunión al consejero de industria, Josu Jon Imaz, sin que hasta el momento haya siquiera respondido a nuestra petición; tenemos constancia de que sí lo ha tenido para reunirse con la dirección de Ericsson.