Gorraiz reelegido secretario general de Hainbat

25/10/2007
La federación Hainbat de ELA ha celebrado su II Congreso Federal en el BEC de Baracaldo, bajo el lema "Gure indarraren giltza. Organizar las secciones sindicales da". Un total de 174 delegados y delegadas han aprobado las líneas estratégicas de esta federación para los próximos años y han reelegido la nueva dirección. Así, Gurutz Gorraiz ha sido reelegido secretario general de Hainbat.

El secretario general de ELA, José Elorrieta, ha destacado en su intervención en el Congreso de Hainbat que “con el denominado diálogo social se pretende dejar aislado al sindicalismo que representamos. Por la vía de las subvenciones se pretende que rompamos nuestra relación con los trabajadores y trabajadoras”.

Elorrieta se ha referido a continuación al abandono de ELA del Consejo de Relaciones Laborales para señalar que “no vamos a volver ante una estrategia de la patronal de criminalizar el derecho de huelga, como sucedió tras la huelga de Hormigones y Canteras de Bizkaia”. Elorrieta ha criticado también la falta de respeto de las reglas de juego por parte de la patronal, tanto privada como pública.

El secretario general de ELA ha denunciado el deterioro de las condiciones laborales, como consecuencia del incremento de la precariedad y la subcontratación y ha reivindicado el modelo sindical de ELA “pegado a las necesidades de la clase trabajadora y sin miedo a confrontar con la patronal para hacer frente a esta situación”.

Tras referirse a la connivencia de la patronal con el gobierno vasco, Elorrieta ha subrayado que “el nacionalismo institucional no tiene un compromiso firme con el autogobierno. No estamos hablando de una sigla, afecta a varias, a una clase política que no esta dispuesta a confrontar con el Estado”

Por su parte, el secretario general de Hainbat, Gurutz Gorraiz, ha presentado el informe de gestión. "Los cuatro años transcurridos desde el anterior Congreso han sido años difíciles para el sindicalismo vasco. El empleo ha crecido, pero su calidad ha empeorado. Las condiciones de trabajo se han deteriorado, la siniestralidad se multiplica, los salarios pierden posiciones en el reparto de la riqueza y las discriminaciones y subcontrataciones se incrementan. La confluencia de estas dos circunstancias, crecimiento económico y explotación laboral, obliga al sindicalismo a definirse, y la definición no puede ser la consecuencia de un debate abstracto, tiene que ser la resultante de colocar al sindicato ante un compromiso sobre su comportamiento sindical: o institucionaliza su actividad y se incorpora como "agente necesario" al sistema dominante o asume situarse como voz y herramienta de contrapeso ante las injusticias".