Habrá más paros y movilizaciones en las residencias de Gipuzkoa

26/10/2018
Trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa se han concentrado ante la Diputación para exigir una mayor implicación de la institución foral para buscar una salida al bloqueo de la negociación del convenio. Tras el éxito de los tres días de paro, han señalado que continuarán con las movilizaciones hasta alcanzar un acuerdo. Las huelguistas han recibido el apoyo de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia que hace un año alcanzaron un acuerdo, tras 365 días de huelga. Tras la concentración han llevado a cabo una manifestación por el centro de Donostia.

En su intervención, Bego Gainza, ha recordado que han pasado dos años desde que se iniciara el proceso de negociación para acordar la firma de un nuevo convenio de residencias de Gipuzkoa, así como la renovación simultánea de los convenios colectivos de empresa ya existentes. El planteamiento de ELA, ha señalado, ha sido claro desde el principio: un acuerdo único y la firma de los convenios colectivos de los dos ámbitos (sectorial y de empresa de manera simultánea). Ante esta situación, el sindicato ha convocado 17 jornadas de huelga para los meses de octubre, noviembre y diciembre.

Ha criticado la actitud de las patronales patronales y de la Diputación de Gipuzkoa que han planteado sin ningún disimulo congelar los salarios y renegociar a la baja los derechos sociales, excusándose en que el actual modelo de cuidados es insostenible.

En el acto realizado, han reivindicado un acuerdo que garantice el mantenimiento de todas las condiciones que las trabajadoras poseen en sus respectivos convenios de empresa y mejoras que posibiliten el fin de la brecha salarial, ya que las trabajadoras cobran un 30% menos que los trabajadores de la limpieza viaria.

Por su parte, Soraya Garcia, delegada de la residencias de Bizkaia, ha mostrado su apoyo a la lucha de las trabajadoras de Gipuzkoa y ha animado a seguir peleando hasta alcanzar un acuerdo.

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz `Txiki´ ha iniciado su intervención señalando que los servicios mínimos se aumentaban en la huelga de Bizkaia en la medida que la huelga se alargaba. El objetivo del Gobierno era que terminara la huelga, no que se acabase con las razones que la habían provocado: el trabajo precario.

“Decretar servicios mínimos abusivos es su aportación a la desigualdad de las mujeres para desarmar a quien protesta; para impediros que ejerzáis un derecho fundamental. No les preocupa que cotidianamente se trabaje en servicios mínimos como consecuencia de unos ratios de personal totalmente insuficientes. No envían sus servicios de inspección para comprobar cómo se trabaja cuando no hay huelgas convocadas. Solo reaccionan cuando se convoca una huelga”, ha destacado.

Muñoz ha responsabilizado a las instituciones que han diseñado el trabajo de cuidados como un negocio para que las empresas ganen dinero en base a un trabajo muy penoso. El trabajo de cuidados remunerado se pensó como una prolongación del que las mujeres siempre han hecho en casa. “Precisamente por eso es un trabajo mal pagado, penoso, discriminado... porque sois mujeres”, ha subrayado.

En opinión del secretario general de ELA, en este tipo de conflictos se junta lo mejor de la lucha feminista con lo mejor del sindicalismo, que ofrece organización. “Solo la lucha organizada nos permite tener oportunidades. Un sindicalismo que está pensado para ser útil, que pone al servicio de la lucha todos sus medios, que es consciente de que si no se mueve el árbol, no cae nada”, ha concluido.