Las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa retoman las movilizaciones tras aplazar la huelga de 243 días por el coronavirus

20/05/2020
Las trabajadoras del sector, que no descartan convocar de nuevo una huelga si no se tienen en cuenta sus reivindicaciones, hacen responsable de la precariedad que sufren a la Diputación Foral de Gipuzkoa. En una concentración en la Plaza Gipuzkoa (Donostia) anuncian que retomarán el camino que emprendieron para dignificar las condiciones laborales de las trabajadoras y las condiciones de vida de las personas mayores en las residencias. Exigen a la Diputación que mejora las condiciones de este sector que ahora, más que nunca, se muestra esencial para la sociedad.

Tras sufrir en primera persona la pandemia generada por el coronavirus, las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa retoman las movilizaciones y anuncian que no descartan convocar de nuevo una huelga si no se tienen en cuenta sus reivindicaciones, reivindicaciones que, subrayan, se han visto reforzadas y legitimadas, más si cabe, con la pandemia. Afirman, eso sí, que son muy conscientes de que ahora la prioridad debe ser garantizar la salud de las y los usuarios, algo que ya demostraron cuando decidieron aplazar una huelga que alcanzaba los 243 días de lucha “para jugarse la vida cuidando”. Y es que, aseguran que, tras 243 días de huelga y muchos años de pelea y diferentes huelgas, la crisis sanitaria  vivida a causa de la COVID-19 ha dejado dos lecciones claras: en primer lugar, que el trabajo que realizan las mujeres en las residencias es un servicio público esencial; y en segundo lugar, que un modelo que prima el beneficio económico al cuidado de nuestros mayores, llevado al límite, deja un reguero de muertes. Algo que, denuncian, no valora la Diputación Foral de Gipuzkoa, a quien acusan de una falsa colaboración. “ELA ha intentado propiciar varios encuentros a los que la Diputación se ha negado sistemáticamente”. El último intento lo sitúan el 5 de mayo, cuando el sindicato remitió una carta a Markel Olano solicitando una reunión. Misiva que, aclaran, nunca obtuvo respuesta.

Añaden que es hora de dar valor al trabajo que se realiza en los sectores del cuidado, "sectores donde muchas vidas dependen de ser cuidadas por profesionales que no cuentan con condiciones dignas de trabajo, y por ende, de vida".

“Los aplausos deben convertirse en condiciones laborales dignas y en una calidad asistencial donde se priorice a las personas y no el beneficio económico”. Y el primer paso para ello, explican, es que la Diputación y la empresas del sector se responsabilicen de la negociación del convenio, algo que, denuncian, “no han hecho en dos años”. Por ello les mandan un mensaje claro: “Es el momento de apostar por el cuidado y las personas. Es el momento de invertir en salud y en cuidar la vida. Para ello la Diputación siempre ha tenido la disposición de ELA y la tendrá siempre”.