Las trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia llevan 26 días de huelga

07/03/2019
Se han realizado tres nuevos días de huelga con un gran seguimiento y diferentes movilizaciones, en las que han participado cientos de personas. Representantes de los sindicatos ELA, LAB, UGT y USO han participado en una rueda de prensa en las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbao.

Comunicado de las trabajadoras del Servicio a Domicilio de Bizkaia:

Como trabajadoras que desempeñamos nuestro trabajo en el ámbito de los cuidados y que, por ser mujeres y trabajar en este sector estamos en precario, mostramos nuestro apoyo a la huelga feminista del 8M y nos comprometemos a ser parte activa en la lucha por una sociedad sin desigualdades de género.

La Ayuda a Domicilio es un sector dedicado al ámbito reproductivo, ámbito despreciado y relegado históricamente por las instituciones y el sistema capitalista-heteropratriarcal al ámbito privado, al margen del sistema laboral formal, y que nos ha asignado a las mujeres este rol.

Las trabajadoras queremos poner en valor el propio servicio y la importancia social del mismo y denunciar los ataques que en forma de recortes vienen dándose durante los últimos años. Los Ayuntamientos tienen la competencia de la Ayuda a Domicilio pero subcontratan su prestación mediante licitaciones.

En los últimos seis años, el número de horas de servicio otorgadas por los ayuntamientos ha ido disminuyendo constantemente. Dicho recorte, ha supuesto en algunos municipios un descenso en torno al 30% de horas de servicio.

Ello, ha tenido consecuencias negativas, en el plano asistencial y en el plano laboral.

En relación al plano socio – asistencial:

- Ha supuesto una reducción en el nivel de protección a un colectivo cada vez mayor, toda vez que las horas de servicio son menos; así como una disminución en la calidad del servicio, ya que como consecuencia de la reducción de horas, por cada hora de trabajo se realizan más funciones. Se da, por tanto, una percepción generalizada de que la actual cobertura a las personas que precisan del SAD es insuficiente.

- El servicio, como trabajo de cuidado que es, sigue siendo invisible y no reconocido.

En el plano laboral, hemos sufrido una pérdida de empleo y de derechos laborales año tras año:

- La contratación eventual y la parcialidad de los contratos es la política de contratación predilecta de las empresas.

- La flexibilidad de las jornadas hacen inviable una conciliación de la vida y el trabajo efectiva: los cambios de horarios son continuos y tenemos que tener una disponibilidad casi absoluta.

- En los últimos 7 años hemos perdido más de un 7% de poder adquisitivo, como consecuencia de la congelación salarial.

- Las medidas de Seguridad y Salud son casi inexistentes en un sector con grandes riesgos psicosociales: trabajo en solitario, en muchas ocasiones en domicilios con grandes carencias, falta de ayudas mecánicas para la movilidad, dispersión geográfica de los hogares atendidos, ritmos de trabajo acelerados, elevadas exigencias emocionales derivadas del cuidado de personas que a menudo presentan patologías y que suelen manifestarse mediante agresiones físicas o verbales, gran carga emocional derivada de la atención a personas que sufren un paulatino deterioro de la salud física y mental, etc.

- Y qué decir sobre el acoso por razón de sexo que a diario sufrimos: comentarios con carácter sexual, acercamientos indeseados, tocamientos, abrazos, besos…

Detrás de todo esto, se encuentra un sistema fundamentado en la explotación de las mujeres. Las discriminaciones que por razón de género sufrimos las mujeres no son errores puntuales, sino que son un problema estructural.