RESIDENCIAS BIZKAIA

Nueva convocatoria de huelga del 10 al 25 de mayo decidida por unanimidad

03/05/2023
La Diputación Foral y las patronales del sector siguen sin mostrar voluntad alguna para acabar con unas condiciones laborales que imposibilitan llegar a fin de mes. Cuatro de cada diez trabajadoras tienen un contrato parcial, y la mitad de estos contratos no alcanzan la media jornada.

Las trabajadoras de residencias de Bizkaia, en su jornada 52 de huelga y última de esta tanda, se han reunido en asamblea y han decidido secundar por unanimidad la propuesta realizada por ELA de realizar una nueva convocatoria de huelga. Convocatoria que comenzará el 10 de mayo hasta el próximo 25 de mayo.

Las delegadas han explicado en asamblea que tras más de dos años sin convenio y más de 50 días de huelga, ni las patronales del sector ni la Diputación Foral de Bizkaia han realizado propuestas que acaben con unas condiciones laborales que imposibilitan a las trabajadoras del sector llegar a fin de mes y permitan dar pasos reales para acabar con una discriminación superior al 40 % respecto a sus compañeras de las residencias municipales y forales no privatizadas.

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia han manifestado que seguirán en lucha hasta que tanto las tres patronales del sector (GESCA, LARES y ELBE) como la Diputación Foral de Bizkaia garanticen en el convenio sectorial cuestiones tan básicas como son la estabilidad en el empleo garantizando jornadas a tiempo completo (cuatro de cada diez trabajadoras tienen un contrato parcial actualmente, y la mitad de estos contratos no alcanzan la media jornada), la sustitución de trabajadoras desde el primer día, la reducción de jornada a mayores de 60 años, así como un incremento salarial que posibilite llegar a fin de mes y de pasos reales en la equiparación con las compañeras del ámbito de cuidado no privatizados.

Las trabajadoras han interpelado también al Gobierno Vasco, denunciando que en este conflicto su única función ha sido la de favorecer los intereses de la patronal e invisibilizar y neutralizar la lucha de estas mujeres, con la ampliación de los servicios mínimos que imposibilitaban el derecho de huelga a más del 80% del sector. Piden al Gobierno Vasco menos campañas de autobombo para acabar con la brecha salarial y más actuaciones reales para solucionar un conflicto laboral de un sector tan feminizado y precarizado como el de las residencias.