Osakidetza, a pesar de los sucedido en el Covid, sigue apostando por los recortes en la sanidad pública

18/06/2020
En la reunión de la Mesa Sectorial celebrada hoy se ha constatado, una vez más, la apuesta de Osakidetza por los recortes; así como su voluntad de vaciar de contenido la Mesa Sectorial de negociación y de imponer, de manera unilateral, todas y cada una de sus decisiones.

Osakidetza ha presentado su plan de desescalada para la Atención Primaria así como la planificación del período estival. Y podemos afirmar que la solución es la de siempre, la de los recortes asistenciales, restricción de horarios y falta de refuerzo de la AP, lo que conlleva la sobrecarga sistemática de la plantilla tanto de manera ordinaria, como en la grave situación que hemos vivido como consecuencia de la pandemia.

El documento habla de ir a un nuevo modelo asistencial. Sin embargo, ese nuevo modelo no pude ser el de recorrer la senda de los recortes asistenciales para ir a un modelo de Atención Primaria que ofrezca menos calidad asistencial y con peores condiciones laborales para la plantilla. El coronavirus no puede convertirse en la excusa para seguir desmantelando la sanidad pública.

A pesar de la situación provocada por el coronavirus, un verano más, se plantea, como alternativa a la escasez de personal, el cierre de centros (sirva como ejemplo el PAC de Zumarraga) y el recorte en el horario de atención de los centros de Atención Primaria. Ello, como es habitual, deriva en la sobrecarga de otros niveles asistenciales como las urgencias hospitalarias y el PAC. A ello se le añade que, en muchas ocasiones, al personal de los centros de salud se le está pidiendo que refuerce los PAC fuera de su jornada habitual, lo que sin duda contribuye a esa sobrecarga.

A ello se le añade que se va a primar la consuta telefónica o por videoconferencia, lo que dificulta la labor de los/as profesionales, les sobrecarga y coloca a las zonas o colectivos que sufren una mayor brecha digital en una precaria situación de cara a recibir una asistencia sanitaria de calidad.

La solución para la crítica situación que vive la Atención Primaria y que se ha agravado con esta crisis, es la de reforzarla de manera estructural o lo que es lo mismo, invertir más en medios humanos y materiales. Uno de los grandes males de Osakidetza es la dimensión de su plantilla y la necesidad de ampliarla, reforzarla y estabilizarla. Y ello, en todos los niveles asistenciales, no sólo en la Atención Primaria. Además, en esta situación, los recortes asistenciales no son la forma de estar preparados/as para un eventual rebrote de la pandemia.

En este sentido, en la reunión de hoy, Osakidetza ha anunciado la creación de 110 plazas estructurales para Atención Primaria: 58 enfermero/a; 6 enfermero/a comunitario/a; 18 fisioterapeuta; 5 farmacéutico/a; 23 auxiliar administrativo/a.

Más allá del ejercicio de propaganda, en primer lugar, debemos señalar que se trata de plazas cuya creación ya se anunció en enero de este año, no estamos ante un planteamiento nuevo.

La propuesta realizada, es totalmente insuficiente, máxime si tenemos en cuenta que, en la práctica, va a posibilitar la estabilización de profesionales que ya trabajan a día de hoy y que no va a derivar en que haya más personal trabajando en el cómputo total de efectivos reales.

En la actualidad en Osakidetza hay más de 5.000 trabajadores/as eventuales no adscritos/as a una plaza estructural, que sí prestan servicios de manera habitual y estructural ya que su trabajo es imprescindible. Basta comparar esa cifra con el planteamiento efectuado en el día de hoy para concluir que la propuesta es totalmente insuficiente. Osakidetza debería crear, al menos, 5.000 puestos de trabajo nuevos.

Yendo a la situación concreta de la Atención Primaria, es vital reforzarla y ello incluye un refuerzo infinitamente mayor que el planteado y de todas las categorías ya que existe una sobrecarga sistemática de trabajo. En el planteamiento efectuado hoy, no se contempla una sola plaza de médico/a, siendo esta también una categoría sistemáticamente sobrecargada.