La situación que se vive en la Atención Primaria de Osakidetza es insostenible

06/03/2019
Desde el año 2007, la situación del servicio de Atención Primaria de Oakidetza ha ido empeorando y durante ese tiempo, ha quedado de manifiesto que no existe ni ha existido voluntad por parte de Osakidetza de revertir esta situación. ELA ha recogida datos en 25 centros de salud de los tresterritorios, con la participación de 125 profesionales de diferentes categorías y la conclusión es clara: la situación que se vive en la Atención Primaria es insostenible.

Desde ELA, no nos hemos cansado de denunciar que existe una apuesta intencionada para desmantelar la Atención Primaria. Buena muestra de ello son todos y cada uno de los pasos que ha ido dando Osakidetza desde el año 2007 y que ELA ha ido denunciando sin excepción.

El desmantelamiento de la sanidad pública y la grave situación que se vive en Osakidetza son sin duda consecuencia directa de las políticas de recortes de nuestros gobernantes: destrucción de puestos de trabajo, plantillas cada vez más escasas, aumento de la temporalidad (se sitúa en casi en un 38%), privatización de servicios, no sustitución de bajas y ausencias, no cobertura de puestos vacantes, contratación temporal fraudulenta, aumento de las cargas de trabajo, pérdida de poder adquisitivo, penalización en caso de IT, y un largo etcétera que incluye recortes directos como el realizado en el complemento de Desarrollo Profesional.

En relación con la Atención Primaria, además de todo lo expuesto, desde ELA hemos venido denunciando dos problemas fundamentales: en primer lugar, que la nueva estructura de OSIs venía a ahondar en ese propósito; y en segundo lugar, que en un corto plazo de tiempo se iba a producir una falta de médicos de Atención Primaria. A esta escasez se ha unido la precariedad laboral que Osakidetza les ha ofrecido y les ofrece, lo que ha hecho que muchos/as profesionales hayan optado por orientar su futuro laboral hacia otros horizontes.

Pues bien, lo que desde ELA hemos venido anunciando y denunciando, ha llegado y desgraciadamente, la Atención Primaria está hoy en la grave situación que habíamos previsto, lo que repercute, además de en las condiciones de trabajo de los/as profesionales, en la calidad asistencial que se ofrece los/as asuarios/as y pacientes.

Pero, ¿cuál es la situación real que se vive en los centros de trabajo? De los datos recabados, la foto principal se podría resumir en lo siguiente:

Las cargas de trabajo son inasumibles: todas las categorías refieren volúmenes inasumibles de trabajo y los datos así lo reflejan. Los/as profesionales médicos/as y la enfermería no pueden dedicar más de 10 minutos a cada paciente, con lo que ello supone. Lo mismo sucede con los/as Auxiliares de Enfemería. Los/as facultativos/as atienden a una media de 35 pacientes diarios y los/as Auxiliares Administrativos a una media de 100. En todos los casos, a ello se le debe añadir la necesidad de atender otra serie de tareas además de las relativas a la atención directa de personas.

No se sustituye a los/as profesionales: existe una política de no sustitución de profesionales durante las diferentes ausencias que se puedan producir, especialmente en el caso de los/as facultativos/as y la enfermería. Ello se traduce en que, en la práctica, aquellos/as que están trabajando, tienen que asumir las cargas de trabajo de los/as austentes. Esto es algo que se produce de manera sistemática y habitual.

La espera para ser atendido es cada vez mayor: los/as pacientes, de media, tienen que esperar 4 días para ser antendidos/as, plazo que se alarga sustancialmente si el facultativo/a o enfermero/a que correspondan están ausentes. Además de ello, en múltiples ocasiones, los/as pacientes son atendidos por un/a faclultativo/a o un/a enfermero/a distintos al suyo.

Los/as profesionales se ven obligados a realizar funciones que no les corresponden: ante esta situación, Osakidetza ha optado por poner parches asistenciales que se traducen en un trasvase de funciones entre unos profesionales y otros. De esta manera, personal no sanitario, como los/as Auxiliares Administrativos, se ven obligados/as a realizar un cuestionario sanitario previo a los/as pacientes y en base a él, deben decidir si los derivan al médico/a o al enfermero/a.

La enfermería, por su parte, debe realizar también un triaje que evalúe la situación del/la paciente y en base a ello, decidir si tiene que ser atendido/a por un facultativo/a o se puede ir a su domicilio con unas pautas. Es decir, puede ser que una persona acuda al centro de salud y vuelva a su domicilio si haber sido evaluado/a por un/a facultativo/a y esa decisión, la debe asumir el/la enfermero/a.

Finalmente señalar que el personal celador, asume también tareas administrativas.

Ante esta situación, Osakidetza ha intentado, en todo momento, desactivar a la plantilla a través de parches económicos que se han centrado en retribuir a unos pocos en compensación por lo que estaba sucediendo, sin abordar en ningún momento el verdadero problema de fondo y olvidándose de que estamos ante equipos de trabajo multidisciplinares compuestos por diferentes categorías cuyos problemas hay que abordar en su integridad. Y todo ello ha venido sucediendo con el aval de algunos sindicatos que han avalado esos planteamientos a cambio de una contraprestación puramente económica y para unos pocos.

Desde el año 2007, la situación ha ido empeorando y durante ese tiempo, ha quedado de manifiesto que no existe ni ha existido voluntad por parte de Osakidetza de revertir esta situación. En la Mesa Sectorial de Osakidetza ni hay ni ha habido contenidos encaminados a reconducir esta situación. Hemos denunciado de manera reiterada que en esa mesa no existe negociación real.

En un intento de aparentar que existe voluntad de abordar los problemas que vive hoy en día la Atención Primaria, hace pocos días, el Consejero de Salud, Sr. Darpón, presentaba el Documento de Estrategia de Atención Primaria. Pues bien, a la vista del mismo, debemos señalar dos cuestiones fundamentales:

Cualquier estrategia encaminada a abordar una situación que comenzó a fraguarse hace más de 10 años, debería haber sido diseñada y puesta en marcha hace mucho tiempo y no cuando la situación es ya insostenible. Cualquier estrategia llega tarde.

Una vez analizado el documento, podemos señalar, sin miedo a equivocarnos, que el mismo no aborda los problemas de fondo y de modelo que sufre la Atención Primaria. Como ha sucedido hasta ahora, plantea parches que no solucionan el problema estructural que existe; señala medidas genéricas que no se concretan; hace planteamientos a medio o largo plazo que no abordan lo que sucede a día de hoy; en definitiva, vuelve a poner de manifiesto la nula voluntad de Osakidetza de revalorizar y reforzar la Atención Primaria.

Para ELA, es evidente que para revertir esta situación, no hay otro camino que el de la movilización y lo que ha venido sucediendo en todo este tiempo no hace más que avalar esta postura. El desmantelamiento de la sanidad pública y la gravedad de la situación que vive Osakidetza requiere de acciones contundentes e inmediatas, por lo que la movilización es no sólo necesaria, sino el único instrumento útil y válido para revertir esta situación.

Desde ELA, seguiremos reivindicando y trabajando en favor de la sanidad pública, universal y de calidad.