27 de febrero y 4 y 5 de marzo, huelga en Ayuda a Domicilio de Bizkaia en favor de un nuevo convenio

Estas trabajadoras llevan años denunciando el grave deterioro que se se está dando tanto en el plano laboral como en el plano asistencial en el Servicio de Ayuda a Domicilio. Un servicio esencial para una sociedad en la que el número de personas en situación de dependencia no para de aumentar.

En lo que respecta al plano asistencial, se está reduciendo el nivel de protección a un colectivo que cada vez es mayor. Se reducen las horas de prestación, mientras las funciones a realizar aumentan, dándose con ello un claro empeoramiento en la calidad del servicio. En cuanto al plano laboral, suman ya más de 8 años de congelación salarial y pérdida de derechos laborales. Existe una gran temporalidad y muchas jornadas parciales, comienzan a darse casos de una flexibilidad cada vez mayor que impide conciliar vida laboral y personal. Tienen, en definitiva, unas condiciones de trabajo precarias.

Las trabajadoras han dejado claro que no van a mirar hacia otro lado a la hora de señalar a los responsables. Los equipos de gobierno de los ayuntamientos vizcaínos, con el uso partidista y posterior incumplimiento de lo aprobado mediante mociones, y las patronales, con su nula intención negociadora, son las partes responsables de la actual situación del servicio. Los primeros, como titulares de este servicio público, y los segundos, como prestatarios del mismo, no pueden seguir eludiendo sus responsabilidades.

Se acerca el 8 de Marzo, y, como todos los años, se acumulan las declaraciones institucionales que abogan por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Sin embargo, estas declaraciones institucionales cuales carecen de contenido real y parecen olvidadas la víspera. Es en sectores como el SAD donde se pueden implantar medidas reales para avanzar en la igualdad real y efectiva para las mujeres, mejorando sus condiciones laborales, y por ende, de vida.

Detrás de todo este conflicto, se encuentra un sistema fundamentado en la explotación de las mujeres. El sistema otorga un valor prácticamente nulo a los cuidados, tareas realizadas por mujeres. Tareas entre las que se encuentran las de el Servicio de Atención Domiciliaria, y a las cuales se le otorga un rango de segunda categoría dentro de el mercado de trabajo. Las tareas de cuidado, fundamentales para la sociedad, se prestan sin ningún reconocimiento y de manera muy precaria.

Además de las tres jornadas de huelga, se han organizado diferentes movilizaciones. El 27 de febrero interpelaremos al ayuntamiento de Bilbao concentrándonos mientras se realiza el pleno. Los días 4 y 5 nos concentraremos durante todo el día frente al Arriaga, para llevar a cabo una programación en la que informaremos de la situación del sector.

Junto a esto, han animado a todas las trabajadoras a que se sumen a las movilizaciones convocadas por el movimiento feminista en torno al 8 de Marzo.