Se han juzgado y condenado ideas
El Comité Nacional de ELA quiere denunciar, una vez más, la instrumentalización de la administración de la justicia por parte del poder político en el Estado español. Mediante leyes de auténtica excepción (Ley de Partidos…), por la propia doctrina de los Tribunales que buscan castigos inhumanos hacia las personas detenidas (forzando el cumplimiento integro de penas…) y por juicios sumarísimos que carecen de garantías judiciales básicas para los imputados. Ese es el sistema penal español; un sistema en el que no se duda en poner en cuestión los derechos fundamentales de las personas, más si cabe cuando se trata de causas abiertas que tengan por objeto Euskal Herria.
Así ha sucedido en el proceso 18/98. Se han juzgado y condenado ideas. Se han juzgado y condenado a personas que militan en organizaciones abertzales, políticas, sociales y culturales que nada tienen que ver con ETA. En este proceso se ha usurpado el derecho a un juicio justo e imparcial. La sentencia de la Audiencia Nacional, que por cierto aún se desconoce, hay que insertarla dentro de una estrategia de persecución donde el “todo vale” ha pasado a sustituir en el orden penal español a las garantías procesales de las personas imputadas.
ELA extrae de estos hechos una consecuencia política: que el vigente pacto de estado entre el PSOE y el PP, además de basarse en la negativa a reconocer el derecho de nuestro pueblo a decidir democráticamente su futuro, no duda en vulnerar derechos civiles y garantías procesales. El pacto entre estos dos partidos, de facto, se ha convertido en una competencia obscena entre ambos por ver quién de los dos incorpora más despropósitos en relación al problema vasco. El Gobierno de Zapatero, ahora ya sin matices, ha decidido administrar la política represiva y también la judicial de igual manera que lo hacía Aznar.
ELA, como organización sindical abertzale y de clase, está comprometida con la defensa de los derechos y libertades de todas las personas. ELA en este acto quiere manifestar tres cosas; por un lado, su solidaridad con las personas detenidas y sus familias, por otro, una denuncia contundente contra esta deriva antidemocrática y, por último, su apuesta exclusiva por un escenario de lucha civil y democrática para la defensa de los derechos colectivos de nuestro pueblo en la que sobran los ataques de todo tipo contra las personas. ELA mantiene los compromisos adquiridos con el Grupo de Apoyo al 18/98. En consecuencia no hace suyo el llamamiento al paro de una hora del día 13 por considerar que el mismo ha sido planteado, fuera de ese Grupo, de manera unilateral.
No queremos finalizar este acto ELA sin condenar el atentado ocurrido en Francia y mostrar nuestro firme rechazo al papel que pretende desempeñar ETA. El asesinato de dos personas es un hecho muy grave, no solo por el sufrimiento que conlleva, sino porque además impide el inicio de un proceso en claves estrictamente civiles y democráticas.